Visita de Agosto

Que tarde más agradable, lloviendo, gris, fresca y yo con mi lluvia de papeles en el escritorio .Cuanto quisiera en tardes como ésta poder salir a caminar, escuchando la musica que hace la gente con sus pasos, mojarme el cabello, correr al café, "sorbito" a sorbito beberlo, con letras entre las manos y sonrisas en los labios.

Tal vez me lo beba sola, tal vez una "Virgen" me acompañe y resucitemos lápices y pinceles, saquemos del baúl un saco viejo, fumemos algunos cigarros, cantemos un poco...y como siempre sucede, las "Horus" correrán de prisa, sin pedir perdón ni permiso, haciendo de aquella tarde, una memorable visita de agosto, de esas que coleccionamos...y colgamos en la pared del corazón.

Castigo

Si no hay mucho de donde escojer, me quedo con tus frases más buenas, con tus caricias más tiernas, con tus besos más sinceros, con tus paseos desinteresados.

De tus miradas, las limpias, las que no me acribillaron, de tus abrazos, los que me apretaron, y regreso a tus palabras, que escogiendo el repertorio me quedo con algunas vocales.

De Florencia me quedo con mi lunes caminado a solas, de Nueva York con la vista desde el Parque Central y la brisa del mar helado; como ves, no te guardo en mis paisajes y conservo en mis reconditas memorias el "lado amable" de tu despreciable persona.

Y me lamento por olvidarte a medias y caer en contradicciones, por encontrarte en mis fotos y escucharte en mis canciones.

Nunca olvides que no me olvidarás y no habrá dolor más genuinamente obtenido que el encontrarme en cada puesta de sol, no me podrás tocar, ni hablarme, ni mirar...y esa dorada Toscana cada mañana, cada tarde de mi a susurros te hablará.

Ojalá que llueva café...

Bloggeros, hoy me duele harto la testa, traigo migraña y suplico por una taza deliciosa de café e irme a dormir a pierna suelta con las cortinas cerradas...
Ruegen por éste pequeño duendecillo que se les apaga con el ocaso de su arcoiris!!...
Ojalá que llueva café en el campo...y en mi escritorio atiborrado de trabajo.
Ciao!!

Ojalá que llueva café...

Bloggeros, hoy me duele harto la testa, traigo migraña y suplico por una taza deliciosa de café e irme a dormir a pierna suelta con las cortinas cerradas...
Ruegen por éste pequeño duendecillo que se les apaga con el ocaso de su arcoiris!!...
Ojalá que llueva café en el campo...y en mi escritorio atiborrado de trabajo.
Ciao!!

Hace 29 veranos

Después de mal comer casi nueve meses, de pelear frecuentemente y sentir soledad, llega la hora, ya de noche, en una fuerte tormenta.
Camino al hospital, recordaba lo mucho que habia imaginado ese momento, ahora siente miedo, le duele el vientre, cada bache le molesta intensamente; el Wolkswagen '72 amarillo, el pollito le decían, le transportaba en compañia de su marido y su madre, quien rezaba y le pedia al yerno no acelerar por los baches y en cada grito de su hija le reclamaba lo lento que se iba.
Ya llegando al hospital (medio de quinta) no habia cuarto para ella, asi que prolongó sus dolores por un momento más. La pasaron al cuarto de residentes para poder atenderla, ya eran como las diez de la noche y nomás no se calmaban los dolores, la pobre ya sudando se tocaba el vientre con la sensación de suavizar la situación, buscaba un autoconsuelo.
Meses antes, sufrió de tremendos antojos, que si el tamarindo, que si el "Squirt", que si agua de jamaica,que enchiladas, frijoles charros, tacos al pastor, sopes y gorditas, pero estas ultimas del D.F. porque eran las mas buenas, asi que siempre se qudaba con el antojo, pero el mas recordado, pues fué el primero: unas galletas saladas (ó de soda, como algunos les decian, aún no sé porque) con mantequilla.
Despues de celebrar la boda el 6 de noviembre del '76 y con muchos tropezones tuvieron su primer depa en la calle de San Uriel, para sorpresa de ambos a los quince dias, la prueba dio positivo y ni modo a ahorrar se ha dicho, pero marido ahorró hasta las energías para conseguir la "chamba" y se quedaba en casa casi todo el dia; lo que para muchos fué como explicación a una boda entre dos muchachos tan jovenes, no fué mas que un descuido de luna de miel.
Pero volviendo al hospital, la madre-suegra fumaba de los nervios, marido trataba de tranquilizarla para evitar que se pusiera peor, cuando por fin la llevan a quirófano y tras una enorme labor de parto pues ella estaba muy nerviosa, salió, la bebé de 3Kg. 200 grs. a las 4:25 a.m. El cielo seguía relampagueando, lloviéndo a cántaros y la bebé entre los brazos de su madre en santa paz.

Gracias. A Dios por la vida que me ha dado y éstos 29 veranos, a mamá por amarme tanto, a papá por los baches y las prisas que me dió, a Chata (madre-suegra) por chiquiarme.
A Dios le hablo diario y lo siento siempre, a mamá le escribo al apartado postal que obtuvo en el paraíso y a papá lo llevo herrante...hoy recibí besos, abrazos, flores y amor...pero siempre, en cada momento de mi vida estarán presentes mis padres, mi familia,las tormentas (tal vez por eso me fascinan) y por supuesto, las deliciosas galletas de soda con mantequilla.

Hoy

Hoy
Nececito escribirte, nececito decirte cuanto me faltas, hay dias en que eres todo lo que tengo, si te vas no me queda nada, hay momentos en que eres como esa nube que tapa el sol y me da alivio, como ese viento calmo que relaja.
Porque hay dias que te añoro más? hay veces que eres como el muro, ese al que todos vamos a ver un poco el mar, a alcanzar una dosis de esperanza, a imaginar que hay detrás, como dijera alguien ya, hay dias que eres Dios y a tu nombre me abrazo como rosario bendito y ruego en tu nombre para una mayor fortuna.
Hoy solo te escribo para decirte que te amo, que me miro en el espejo y percibo tu recuerdo, que cuento emocionada nuestros momentos, los vivo y revivo, los toco, los siento y casi te alcanzo desde mi orilla, y llego a tu ventana y te miro descansar.
Si hay algo que te pueda dar, está dentro de mi pecho, mira por favor esta mañana el mar por mi y di cuanto me quieres, no cambies, no llores.
Perdóname por el silencio de años mostrado.
De que estamos hechos que sin importar el tiempo mi corazón te clama y al final del camino en tus manos me encuentro?
Gracias por todo, anda ya, ve al mar y gritame desde dentro cuanto me amas y no me esperes, solo quería decirte hoy que desnudé el alma ,que eres todo lo que tengo, que de verdad mucho me faltas.

Ojalá

Dios quiera, la pasé bien el sábado, acariciamos los primeros instantes del domingo, de vez en cuando toqué sus manos, tan suaves, tan dulces. Miradas tiernas que guardo para mí, palabras amables, intercambio de culturas...
Su nombre no lo digo, sus ojos, verde olivo los conservo en la cajita de los recuerdos buenos, su sonrisa limpia, franca adornará la semana completa.
Solo doce horas, del sol a la luna, palabras y caricias en las manos, momentos maravillosos con ese extraño que me encontré el sabado...si me llama tal vez lo diga, si me besa no les diré nada.
Si vuelve ó no ya sabré, pero claro me queda que hay momentos que la vida nos regala sin esperar nada de vuelta.
Si lo veo..ojalá...si me ve, ojalá no digamos que no pasó nada.

Café amargo

La semana pasada estaba con la flojera cotidiana de empezar el día, cuando escucho en las noticias que Castro estaba enfermo, que hubo nececidad de hospitalizarlo.
Que bonito despertar así, muchas noticias de esas!...claro que no podía ser cien por ciento felicidad, dejaba su "brother" al cargo...pero bueno, como sea ya es un cambio.
Conforme pasaron los dias se dijo que lo que Castro padecía era una enfermedad intestinal, que para el caso vendría a ser lo mismo que un derrame cerebral, y ya a su avanzada edad eso puede llegar a ser divinamente mortal.
Pero como todo, no hay perfección en éste mundo y claro! tenía que tener su pronta recuperación, parece pariente de Matuzalén, ó mejor dicho desendiente de Rasputín pués no se muere y Cuba muere de ganas de ser libre y soberana, aunque pase a manos de otro dictador que "hablar inglés".
Pobrecitos todos, de Fidel por no descanzar en paz, de los cubanitos por no festejar su independencia y de mi que al recibir la noticia de que ya regresa a su trono el dictador, me ha sabido mi café mañanero a purga abandonada en cafetera por tres dias y sin azúcar, éste te lo dedico Fidel, por un próximo velorio.
Ni modo chico' la veíamo' cerquita, pero no importa, que el Dio' que too lo mira ha de dar su juhto castigo, mi sangre, ya vendrán tiempos de gloria...mientras nos vemo' cada tarde en el muro, no' fumamos un habano y tomamos un sorbito de café amargo.

Desierto III

Con los senos cubiertos por la sábana, la mujer derrama una lágrima de sus ojos tambien cubiertos de culpa, el amante derramando ira, con el éxtasis a medias lanza filos contra el corazón de quién les descubriera...el ataque no esperó y el canto del acero se dejó escuchar en toda la habitación.
Se les ve luchando, ondeando sus armas; los tules ya heridos por los filos de las espadas, revuelan al rededor de la cama, la mujer con los gritos ahogados en su garganta; sus cabellos negros, revueltos en la almohada, se pone en posición fetal.

La luna, nerviosa, se cobija con nubes media cara, por un lado deseándole el triunfo, por otro la muerte, así tomaría su aliento y lo tendría con ella.

En el patio, los pasos con prisa, suenan llegando a la escalinata, las espadas acarician los arcos y las palmas.

Con el sudor expuesto, traidor y traicionado pelean a muerte, uno por orgullo, otro por dolor y coraje, de pronto, silencio....
La luna se cubre, no quiere ver su muerte...el patio a obscuras, las palmas ya no se mecen...y el moro con el alma rota no sabe a quien dar muerte.
Los tiene ahí, frente a él, desnudos, vulnerables; la mira a ella y encuentra en su corazón árabe aquel sentimiento que endulzó sus dias, lo quiere desterrar, lanzar a las arenas y no puede, aún es de ella.
El amante aprobecha el descuido, le clava en la espalda su espada, él se gira, dolorido, y en venganza le castra...ella,cubierta de seda y lágrimas le abraza, le llora, le besa...le suplica perdon, le susurra que lo ama.
Ejército de pasos llega a la habitanción, con la sangre de ambos mojando el suelo, y en el suelo se refleja la luna celosa de los besos de ella, anhelando ya su encuentro.

"No tuve valor...me faltó odiar al mirarte de cerca...otra vez...me duele la herida y mucho más lo que me negaste vivir...aún si no debiera te perdono...porque sé que no volverás a ser feliz, y a él, negación del Corán, si no ha sabido amar con el corazón, tampoco lo hará con el cuerpo jamás...me duele...si hay arrepentimiento, te miraré desde las estrellas..."

Y cerró sus ojos...ejército cargó el cuerpo del amante y lo llevó a curar.
Ella haciendo homogeneas sus lágrimas con la sangre del que más amara, rezó.

Fiesta tiene la luna de verlo llegar, decepcionada no le puede amar pero contempla su alma, donde aquella tambien habita, ya resignada la luna se acostumbra, siquiera ya no le mira desde arriba.

En las noches de luna llena se escuchan los pasos del moro caminando por la Alambra, se platea intensamente la ciudad azul, se llenan de vida las estrellas; el remordimiento no deja a la mujer y éste le consuela dejándolo ver junto a la luna, en cada reflejo de agua...
Y el trotar del caballo triste recorre noche a noche el desierto, contempla su luna, bebe del agua llena de estrellas, esas que vieran tantas veces al moro llorar.

Desierto II

Y encuentra un oasis, por la noche iluminado, con las palmeras bailando suavemente a su llegada, el agua fria le cuenta que las estrellas le miran.
Lágrimas caen de rodillas al remanzo y la rabia las revuelve a la orilla de la arena.
De nuevo en caballo monta en cólera hacia la ciudad azul, alzándo a ratos su espada, entrenando el brazo para el ataque.

Llega de noche a la ciudad, plateada por la luna, silencio de calles y ventanas, ojos curiosos que se asoman tras velos, palabras que se callan a tiempo.

Suenan sus pasos en el patio de aquella Alambra; la luna impaciente le alienta; busca con la mirada la ventana del amante que traicionára con su cino los tiempos de cuando eran niños, un quejido, un suspiro llevado por el viento a sus oídos, le indica la escalinata.
La luna lo ve pasar a través de los arcos, tocando con su luz los pilares y el filo de su espada.
Lento....lento se mueve entre las palmas, entre los arcos y por fin toca los velos del lecho que abrazan a los amantes; de nuevo la enamorada en el cielo ilumina los ojos moros ante los cuerpos envueltos en tul, un grito, su nombre en voz de la mujer, que tantas veces fuera soneto para él...se cubre los senos, el amante lo corre con espada en mano,...jamás se habían visto ojos tan hermosos y a la vez tan colmados de dolor y odio...

Desierto I

Con el caballo cansado, la luna de testigo, moja sus cabellos en el río ancestral donde se bañáran los reyes de la tierra dorada...con la mirada embriagada de odio, bebe del agua repleta de estrellas.

El desierto le susurra al oído la infamia de que ha sido victima, la luna lo admira y con delirio le desea... culpándose por no acompañarlo de dia.

El caballo de mirada triste le lleva ya lejos, donde encontará al culpable de su desgracia y en el filo de su espada reflejará los ojos moros que traicionáran su corazón.

Su piel, morena, brillante se palidece solo de pensarla...sus ojos, obscuros, profundos, negros, se llenáran con sal cuando la luna no le mira.

De espalda fuerte y cabello espeso se le mira corriendo por el desierto, del dia a la noche, cada vez mas cerca de su destino.

El caballo va triste más que cansado, la espada envainada se calienta para batalla, y aquellos ojos llenos de odio, que se encharcan de sal a escondidas miran de frente, buscando la ciudad entre desiertos escondida...las arenas sienten su trotar, la luna, esa enamorada, abrillanta su camino, él no ve la hora de llegar...

una tarde de olvido

Se mete el sol en su cama de nubes, dejando a la sombra aquella vieja ciudad que me abraza en recuerdos, cuantas calles empedradas, mojadas de lluvia sonáran mis pasos..

Su nombre me llega a la cabeza, su rostro de nuevo se presenta llenando de nostalgia mi mediodía, mil preguntas intentan servir de postre, siendo la auscencia de respuestas el sabor con el que me quéde.

Despues de un día normal, lleno de gente en sus calles, con la venta cerca del puente, ese viejo que no se derrumba y sostiene algo mas que el sur y el norte, se cubre de timidez el sol a su ocaso.

Lloré las lagrimas menos saladas, caminé sin sentir cansancio, las piedras de aquel suelo gris, el dorado de sus tardes, que abrigára de igual manera ese recuerdo, ese destino ignorante de una nueva visita.

No recuerdo sus olores, recuerdo su perfume, se me olvidó el nombre de sus calles, me acuerdo de su viejo traje; quiero olvidar lo que tengo y recordar lo que se me fué...para colmo se me olvidó que prometí volver.