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Thursday, January 11, 2007

Suele pasar.



La antigua historia del gato y el ratón...el gato prefiere el pescado, el ratón prefiere el queso, sería entonces el bocadito algo así como un "mouse cheddar"?, canappé antes del plato fuerte...el pesado con queso no sabe mal.

Cómo colocar la trampa para que caiga el ratón? Son muy listos, ahora, si pensamos que una vez muerto no se lo damos al gato, entonces podría suponer que lo atrayente del ratón para el gato es la corretiza que le hace dar en el intento de cazarlo, ó tal vez sí se lo coma, pero ya sin tanta emoción.


Definitivamente todos somos presa y cazador, algunos utilizan las lágrimas, otros usan loción, pero que sucede cuando descubrimos que somos al mismo tiempo cazador de corazones y presa del amor?


A veces en nuestras vidas nos encontramos en "pause", llega algun gato haciéndola de emoción, y es genial cuando con el paso de los días notas que su ego le traicionó, muy grandote al principio y ahora el amor lo convirtió en ratón.

2 Comments:

Blogger Saletomu said...

Duencilla, cuanto de cierto hay en lo que has escrito, el ratón y el gato, protagonizamos ambos roles en algún minuto de retroceso, cual es el protagonista principal?

Un Abrazo duendecilla, ya sabes... desde mi mundo.

7:56 PM  
Blogger Horus said...

Y muchas veces el dejarte comer por el gato es, sencillamente, delicioso. Pero y si -los dos- fueramos gatos? O ratones? Si compartiéramos la misma condición aún en nuetra individualidad?

1:23 PM  

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