Estar

Por escuchar calladita mis penas, por ver caer mis lágrimas junto a tí, porque cuando más nececito un abrazo me lo das tan cálido, tan sincero, por ser tan maravillosa, te amo, te quiero.
Por estar ahí, en los caminos rocosos, en la cuesta, en los de bajada, en silencio, a carcajadas, por nunca dejarme sola aún cuando a veces no me llamas, si me nececitas a tu lado y quieres el espacio para ese sufrimiento que te acompaña.
Te cuento en mis sumas, en mis prioridades, en mis retratos hablados, en mis paredes, en mis secretos locales, en mis paisajes pintados, en mis mapas, en mis viajes estacionados, en mi puerta entreabierta, en mis candados cerrados.
Ahi tienes tu camino, yo por mi lado el mío, pero deseo verlos paralelos, no me importa si se siguen derecho, con tenerte al alcanze de mi mirada me basta.
Sigue andando, no te pares, si te caes y no quieres mi mano, me caigo contigo, te acompaño, te beso esos ojos y en el suelo, aún a rastras, juntas seguiremos andando.

Por todo, por nada.

Aun cuando se nuble te quiero.
No nececito más que tu nombre para endulzar el dia, sin excesos de azucar, sin palabras empalagosas, te quiero por todo lo que me diste, por los años que han pasado y sigues siendo esa constante, aun a pesar de mi inconstancia.
Te quiero por ser aquel caballo de mi niñez, topando mi frente contra la pared, por ser aquel mounstro emergiendo de mi cuarto obscuro y convertirte en el caballero joven que reía tras mi susto, te quiero por ese viaje de verano, en el que poco te ví pero te guardé para siempre, te quiero por tus valentías, por enfrentarte a un nuevo mundo, con sus horas y sus dias, te quiero por esa invencible compañera, que pinta con sus colores tu vida.
Te admiro por todas la razones por las que te quiero; por confrontar al verdugo, por mostrarme lo pequeño que era, por enseñarme a mirar al miedo a los ojos; te admiro por caminar a tu paso, por esa frente en alto, por la simpatía, por nunca dejarte de lado.

Te pido perdón por mis auscencias, por mi desidia, por mi falta de letras, por algun error cometido; pero a pesar de todo te quiero y mucho, por el todo, por la nada, por lo que me enseñaste con tus actos, por la coherencia entre tú y tus palabras.

Si te quiero, te admiro y te pido perdón, es porque me sale del alma, si te lo digo es solo para que sepas que a pesar de mis silencios y la distancia -y dolería mucho si en ella te difumináras- te pienso y quiero igual que siempre, por todo, por nada.

Un cachito de independencia

Otro 16 de Septiembre que festejamos!...me preguntan algunas personalidades: donde lo vas a dar?...en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara, Miguel Hidalgo. irónico no?...pues recibo a mi hermana que llega de fuera.
Habrá quien lo dé en una sala de parto, noticia señora, está muy lejos de ser un grito de independencia, pero si es una madre anarquista, gritará toda la vida; otros lo darán en la cantina, señores mios, los gritos de mañana serán más fuertes, aun cuando los suelte bajito, están los que deambulan por las calles sin los diez años cumplidos, que ó se aprobechan del borracho ó le gritan a tu remordida conciencia por haber gastado todo en las garnachas y chelas, total que puedes hacer tú por una llaga tan grande de la sociedad?...otros lo darán en el zócalo del D.F....a ver si no se matan hoy; está el que ondeará nuestra bandera pintada de amarillo, alegando: "Viva México-perenje tantito, mañana ya e'taremos plantados sobre Rejorma"..otros desde la colonial e histórica ciudad de Dolores, que decente, lejos de los tumultos, pa' que no le peguen.
No pueden faltar los comerciantes que darán su grito de independencia, marchando con sus:sombreritos, pa' la niña, pal' niño, banderas, pásele!, cornetas, pa' que suene, ándele, animese!"
Me pregunto, cómo amenecerá el que mañana le pegue al gordo? aquel que haya comprado la Loteria y la gane....una así quisiera yo, catafixio la sala de parto, la cantina, el zócalo y Dolores por un cachito de independencia, pa' hacer todo lo que yo quiera.

A fin de cuentas, como México no hay dos, y si no que lo diga mi hermana que después de tres meses en Italia, llegará con lágrimas en los ojos, triste por dejar al novio y felíz de volver a su Patria...hoy por la noche, cada quien y a su modo que grite:
¡VIVA MÉXICO CABRONES!

Tango

Antes de que la madrugada me tome a patadas, antes de que el sol me encandile la mirada, busco el momento para cerrar el caso; antes de que el polvo me pinte canas y me margine entre la desesperanza y desesperación...lo intento a diario y no hay escape, no hay solución...y el acordeón de la esquina tararea la misma tonada...antes de que sepa que lo pienso, que me hace falta, envestiré su recuerdo... voy a olvidarlo....antes de que llueva y el viejo acordeón cante y me haga llorar otra vez.

Aún llueve afuera

Y sin más, tacha el calendario, un día menos, un día mas .
Un momento en silencio, unas gotas de lluvia en la ventana, un libro viejo medio olvidado y una fotografía en blanco y negro, como presagio.

Un vacio inmenso lo llena, el dolor de perderla no se auscenta, se sienta con soledad, peleando por la cabecera, a veces llega indiferencia, dirige el menú y la sobremesa, se acerca ironía a conducir los temas, zarcasmo insulta su inteligencia y la vida, calladita en la sala de espera.

No hay fecha en el calendario para las fiestas negras, cualquier día parece bueno, sin aniversario se festeja el adiós; el reloj parece enfermo, las horas pasan despacio y el olvido, olvidó llegar a tiempo.

No hubo en su abrazo espacio para él, ni en el corazón un rincón, cualquier momento antes vivido quedára sin sabor, sin olor...mientras en aquella mesa, los comensales discuten, cuál era su mayor defecto ó su peor error; dolor dice que sus besos, soledad que sus paseos, indiferencia no dice nada; ironía alega que no era tan bonita, que además llegó en un mal día; zarcasmo se burla de su partida ...él, llorando, come y bebe, respira y suspira, ensordecido de la charla y el silencio que le baña.

Alguien toca a la puerta, sus pasos asustan a los comensales que uno a uno se levantan de la mesa, dejando en calma aquella pobre consciencia, la vida abre la puerta y ahí está, con los cabellos mojados, los labios pintados y su maleta en la mano...pasos acelerados resuenan en toda la casa, las lágrimas se marchan cuando llega el abrazo y uno a uno de aquellos invitados le ceden la cabecera.
Aún llueve afuera y la vida se sentó a la mesa, dejando por fin su salita de espera