De brinco en brinco me la he pasado, evadiendo letras, retazos de dias perdidos entre mis hojas; sintiendo el viento acariciar mi gorro, comiendo anécdotas, conjurando a las hadas.
De vez en vez, cuando el cazo me permite tener distracción, miro los pergaminos que escriben y me hacen sentir feliz de ser extrañado. Virgen, es el deseo quien se hace a veces el anónimo y vive en ello...pero lo he de atrapar entre redes de besos. Saletomu, todo bien, algunas piedritas, que me han hecho tropezar, pero veo el prado más verde ahora...desde Chile, que honor la visita, espero que por allá todo mágico.
Horus, que buen nombre!...lo utilizo entre hechizos para chispiar de colores mi árbol...aquí seguimos, repasando el escrito, respetando al lector.
Y haciendo hincapié en mantener viva la raíz de mis letras, de mis pasos cortos y los saltos, contemplo la mañana fría y el pasto amarillo al pié de mi tronco, ahnelando por andar en otros valles, para curiosear, para admirar que más hay detrás del monte.
Mientras que las hadas, con alas tornasol rocíen de magia su dia y el sol les dé a todos su resplandor.