de cuentos, de historias
Tuesday, December 19, 2006
Monday, December 11, 2006
Conjuritos
Érase un árbol con magia dentro, con hojas de maple y jengibre en la raíz.
Dentro un cazo profundo, de plata, llenito de luz para trabajar.
Un gorro grande para cobijar las ideas que vengan.
Solsticio de invierno, ven a renovar fuerzas, cubre de blanco los sueños!
Vientos del polo, canten serenos, mezclen su frío con la sal del mar!
Luna evidiosa te invito ésta noche a mirarme bailar!
Que Virgen ame todo el año, como hasta ahora, como nunca antes, esos ojos sigan profundos como el mar y que del Duende no se olvide jamás!
Que Horus siga hechizando, que siga brincando de su mágica selva hacia un altar, que sea siempre amigo de la que debajo del gorro está!
Saletomú....conjuro de colores a esa magia tuya, brinca y danza hermosa nuestra desde el fin del mundo, un duende tus sueños cuidará.
Que Andy comparta conmigo una vez el espectáculo de la aurora boreral.
Desde el bosque apartado, con la danza de invierno, cuando la luna plateando todo está, conjuro salud, amor y tranquilidad para todos, pero extiendan sus mano, que todo aquel que esté con ustedes lo pueda alcanzar.
Mientras que las hadas, con sus alas tornasol rocíen de magia su vida y el sol les dé a todos su resplandor.
Friday, December 08, 2006
Inquietudes
Nos separan de los mares la sal, dándola en la mano para esparcerla a diario.
Nos inundan con mercadeo la mente y resecan los rios de agua dulce.
Nos llenan de comida rápida y nos expanden el cuerpo con la misma rapidez.
Nos congelan el pescado por dias enteros y en un descuido enteramente pescamos una intoxicación.
Nos ilusionan de pequeños con el final felíz y la felicidad llega cuando por fin el cuento se acabó.
Nos taladran los árboles y tenemos en casa muebles de triplay.
Nos sentamos por horas y movemos el mundo por internet.
Nos alteramos con el carro de enfrente y nos callamos con el golpe a una mujer.
Nos asombramos con el logro de otro y nos quedamos en nuestro mismo lugar.
Nos acostumbramos al dolor y no buscamos medicina.
Nos inundan con mercadeo la mente y resecan los rios de agua dulce.
Nos llenan de comida rápida y nos expanden el cuerpo con la misma rapidez.
Nos congelan el pescado por dias enteros y en un descuido enteramente pescamos una intoxicación.
Nos ilusionan de pequeños con el final felíz y la felicidad llega cuando por fin el cuento se acabó.
Nos taladran los árboles y tenemos en casa muebles de triplay.
Nos sentamos por horas y movemos el mundo por internet.
Nos alteramos con el carro de enfrente y nos callamos con el golpe a una mujer.
Nos asombramos con el logro de otro y nos quedamos en nuestro mismo lugar.
Nos acostumbramos al dolor y no buscamos medicina.
Nos matamos trabajando y cuando queremos vivir ya somos viejos.
Nos compramos nuevo vestido y el alma jamás la lavamos.
Me pregunto, a dónde nos llevarán tantas inquietudes? Mientras seguiré leyendo, seguiré brincando, seguiré riendo, amando y escribiendo.
P.D. Hoy sembraré un árbol.
¿?
Un "tal vez" puede encerrar una posibilidad para quien así lo ve, ó enmarca elegantemente la duda, un "tal vez" dá millones de veces la ambigua respuesta de alguien que no contesta certeramente por respetables razones y nos deja con esa parte propia, cada quien lo toma como mejor le viene, ver el vaso medio lleno ó medio vacio....la verdad, como se vea, es que está a la mitad, es así como un "tal vez" nos deja a medio camino.
Thursday, December 07, 2006
Le parole che non hai detto mai
Non avvremmo tempo per dire l'addio di che avviamo parlatto prima, non creddo che tu, con tutta questa sofferenza puoi camminare come se niente succede e doppo di tutto quello avviamo vivito insieme, di tutti quelli baci, di tutta quella storia, potrai dimenticcare il mio nomme, quello non sará mai veritá perche anzi se il tuo mondo é sempre piú bello il tuo cuore non sará felice mai piú, non senza di me...ma non ti preoccuppare che io purtroppo avró il sappore amargo di quelli passi che ho datto con te, ed avró nel pensiero le parole che non hai detto mai.
Tuesday, December 05, 2006
El anillo de la plaza menor.
"He tirado tu anillo en la fuente" decía el catalán José Capdevila ahí por los 90's, quien lo habrá hecho?
En la plaza menor del pueblo, cerca de donde no hay nada que ver, sólo vidas en sus viviendas, hay una pequeña fuente sin gracia alguna que refrescar al caminate y relajar al que la escucha; ahí se sientan los amigos, los novios que entre risas y caricias enmarcan el patio de nuestra pequeña plaza.
Hoy se ve la plaza blanca y la fuente sola, no hay más murmullos ni risas. A travéz del cristal se ve soledad pasando vestida de invierno.
Salgo cubierta de lana a charlar con ella, hablamos un poco del patio que cuando alegre, cubre de vida las calles con sus sonidos; mira la fuente con su agua congelada, me callo tratando de encontrar el objeto de su atención.
-Tantas veces que he venido y sigue aquí...pasan la luna y el sol, lo doran y platean a su vez, pasan las lluvias, el otoño y sus hojas y nadie se lo lleva llenándome de desesperación.
"Acaso soledad también desespera?" me pregunté, se sienta en la fuente a contemplar el agua, tambien me siento yo y encuentro un anillo, de nuevo callo y veo hacia otro lado de la plaza, frotando mis manos por el frío.
-Tal vez alguien se desepcionó ó cansó de esperar...-Yo callada me encojo de hombros-Puedes pasar a casa-dije con temblor en la voz.
-El frío es igual dentro ó fuera, la soledad jamás calienta un lugar-
-Porqué la fijación en el anillo?-
-Porqué no monedas?- preguntó irritada.
-Si tanto lo deseas tómalo-
-No serviría de nada, se cree que me gusta quedarme en cada lugar que visito, pueden ser miles ó una sola persona, juntas ó por separado, entre más cresco más debil me vuelvo;no hay nada que decir ni un pensamiento que leer.
Entendí que no era interés ó altruísmo, era su propia soledad.
-Tal vez existes sin existir- dije levantándome de la fuente, soledad me miró con reproche y seguí avanzando hacia mi puerta, antes de cerrar, ví sus ojos pálidos, su duda en el rostro, alzó la mano preguntándome entre quejidos.
-No hay mucho por hacer, arrojé el anillo hace algún tiempo, has visitado mi casa infinidad de veces, a tí te pesa tu suerte, yo estoy conmigo.-Cerré la puerta
A veces pasa soledad por aquí, contempla el anillo, voltea a mi ventana y tras el cristal le saludo en paz.
He tirado el anillo al agua, no es moneda que dé esperanza, ni augurio de futuro próspero, yo me abrazo y camino hacia mi cima; mientras que alguno creía que me hundía, es el anillo quien está en el fondo de la fuente, esa que aviva el patio de nuestra vieja plaza menor.